Carolina

Y el gran día llegó. Todo estaba preparado para que Carolina viviera su particular cuento de hadas. Una Primera Comunión muy especial, cargada de grandes momentos; un día pensado por y para ella. Un sacerdote que consigue transmitir alegría y emoción, un lugar de ensueño, unos padres cuidando cada detalle,  unos amigos volcados en hacer que ése fuera el día más feliz para Carolina.  Y ella, radiante, disfrutó cada minuto, saltando, jugando, bailando, y posando como una auténtica modelo. Fue una celebración única, en la que se respiraba alegría y felicidad en cada instante. Seguro que Carolina no olvidará el día en que fue una pequeña gran princesa.

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